Una momento en Roma, la sucesión de escenas que nos siguen resultando lastimosamente cercanas se repiten: el traficante abandonando a su suerte al Corro de emigrantes, y éstos rápidamente detenidos por las autoridades y confinados en celdas junto a otros ilegales, mientras Lorenza, separada accidentalmente del Congregación durante su intento de huida, vaga perdida por la ciudad bajo la amenazador ojeada de los transeúntes; los interrogatorios y la orden de regreso a Sicilia; y, de nuevo, la alzamiento del que ausencia tiene que perder, con los emigrantes poniéndose en manos de un camionero para avanzar su delirio hacinados como animales de carga en un vetusto remolque.

Lo peculiar de este filme es que acullá de situar el drama de estos emigrantes -mineros sin trabajo- en su lado de destino, Francia, opta por centrarse en el arduo viaje que emprenden, a través de toda Italia, en pos de sus sueños de prosperidad. De este modo, la película emparenta en cierta medida con la historia de "Las uvas de la ira" (soberbia tanto en la novelística de Steinbeck como en el filme de Ford), mostrando la soledad de los emigrantes, su temor a lo que desconocen, y aún el desprecio o la incomprensión que les rodean. Germi sugiere lo primero otorgando gran peso a los primeros planos de unos rostros que hablan por sí solos, y creo que todo el mundo entenderá a qué me refiero si digo que los actores logran distraer fielmente la característica "ojeada del emigrante", mezcla a partes iguales de desconcierto y temor.

En Ecuador y el mundo existe una gran cantidad de personas vulnerables que necesitan de nuestra ayuda, si tenemos los recusrsos necesarios tanto a nivel financiero como en cualquier tipo de material o alimento, creemos que es compromiso social el hecho de poder extender una mano al más necesitado.

Una problemática de la vivienda que se va agudizando y aumenta las situaciones de sinhogarismo en hombres, mujeres y familias.

Nuestro mundo está herido, satisfecho de sombras que obstaculizan el expansión de una fraternidad universal y dejan a muchas personas al flanco del camino, generando un clima de desesperanza social, como señala Fratelli tutti

Si eres una empresa comprometida con el expansión del país, esta es la oportunidad de entregar caminos de la esperanza suba tu grano de arena, siendo nuestro partner, para lograr cambios sustanciales.

Con esto no niego que en su tiempo, Candy igualmente albergo esperanzas de ver a Terry de nuevo, o de que Stair regresara sano y fuera de de la Conflagración, pero la esperanza original Bancal específicamente para el príncipe de la colina.

“Una iniciativa como esta hace visible una enfermedad que tratamos de esconder. Pone de manifiesto que la lucha no es individual si no que la lucha es de todos y que todos juntos somos más fuertes”

Hay muchas cosas que se pueden hacer desde el punto de aspecto de la prevención y por eso es importante que la población esté concienciada. El documental pretende resistir a las personas que estén pasando por este trance para compartir con ellas esa esperanza que les permita avanzar y afrontar esa etapa tan difícil de sus vidas. 

Las películas cristianas se han vuelto muy populares en los últimos años, ya que muchas personas buscan contenido edificante y espiritual que les permita crecer en su Certeza y su relación con Dios.

Por eso, se da a conocer la importancia de, en camino de esperanza caso de conocer la existencia de esta mutación, intensificar las estrategias de prevención. Porque aunque hemos trillado que diagnosticar la enfermedad a tiempo es esencial. 

Pero Germi evita caer en el reduccionismo o la tipificación y (de la mano de sus dos coguionistas, Tullio Pinelli y Federico Fellini) nos ofrece un preciso retrato de buena parte de los personajes que emprenden el éxodo: el vetusto contable Carmelo (Saro Arcidiacono); el damisela desposorio formado por Lorenza y Antonio (Mirella Ciotti y Angelo Grasso); Mommio (Renato Terra), con su inseparable guitarra; Rosa y Luca (Liliana Lattanzi y Giuseppe Priolo), una pareja de novios que se casa la misma amanecer línea de la esperanza antaño de emprender el alucinación; Barbara (Elena Varzi), una muchacha proscrita por su grupo por sustentar relaciones con el inquietante Vanni (Franco Navarra), que se une al Corro cuando el remoto autobús se paseo de la esperanza encuentra aunque a las aledaños del pueblo; el viudo Saro y sus tres hijos… Todos ellos en averiguación de un porvenir que adivinan incierto y remoto, tal como vemos en el bellísimo plano de Rosa y Luca asomados a la ventanilla del tren en el que el grupo prosigue su largo delirio cerca de el ideal, la observación perdida en el remoto horizonte (fotograma 2).

Obviamente Candy rememorará toda su vida a las personas que fueron importantes para ella; de una u otra forma ‘los saludos estarán en su corazón’, y de esto esperanza camino real se nos narra en las últimas cartas del epílogo.

Si recuperar cualquier obra del olvidado Pietro Germi (además de la recurrente y, desde mi punto de presencia no precisamente entre las más notables, Divorcio a la italiana